Julien Gracq (pseudónimo de Louis Poirier, Saint-Florent-le-Vieil,
1910 – Angers, 2007) fue alumno de la École Normale Supérieure y,
por vocación, durante toda su vida, profesor de historia y geografía
en diversos centros de enseñanza secundaria de Bretaña y en el liceo
Claude-Bernard de París. Estilista absoluto de la lengua francesa
y lector incomparable del paisaje silvestre, del rural y del urbano,
es autor de una obra intensa plagada de piezas maestras, que parte
de la ficción –Au château d’Argol (1939), Le rivage des Syrtes
(1951, por el que se le otorga ese mismo año un premio Goncourt,
que rechaza), o Un balcon en fôret (1988)- para evolucionar de forma
progresiva hacia el terreno de una literatura del fragmento que mezcla,
delicadísimamente, evocación y crítica – Préférences (1961), Lettrines
(1967), que publicamos en castellano bajo el título de Capitulares
[dc franca 9], Les eaux étroites (1976), Lettrines 2 (1974) y La forme
d’une ville (1985), estas dos últimas, con su diario de la Primera Guerra
Mundial –Manuscrits de guerre–, de próxima publicación por
Días Contados. Toda su obra ha sido editada en Francia por José Corti.